miércoles, 30 de septiembre de 2015

Róbame el oxígeno y devuélveme la vida. Mírame a los ojos y no pestañees ni un segundo. Siéntate a mi lado y observemos la nada. No hace falta que pronuncies un te quiero, un te amo, con tal de que permanezcas a mi lado. Y no preguntes por qué estoy loca con que sigas a mi lado, porque la respuesta es tan compleja que ni yo sabría entenderla. Quiero que por un momento sientas que no hay nada mejor que estar a mi lado, que no te hace falta nada más. Quiero poder decirte ''te amo'' como si fuera parte de mi rutina diaria algún día. Quiero despertar y que lo primero que sienta sea tu cuerpo. Quiero que pasen los años y seguir sintiendo mis mejillas sonrojarse. Que por más que intente alejarte entiendas que en realidad eso no es lo que quiero y te quedes. Aquí. Tú y yo. Y nadie más.
Estoy cansada, rota y perdida. Pero eso nadie lo sabe. Nadie sabe que ya no sé quién soy ni a dónde quiero llegar. Probablemente no me entenderéis, pero es realmente horrible sentirse a veces tan llena y otras veces tan vacía. Es horrible perder todos tus sueños y metas por momentos, y lo peor es que estoy sola en esto, porque, ¿a quién voy a explicarlo algo que ni yo entiendo?

jueves, 24 de septiembre de 2015

Me gustaba su sonrisa y sus chistes malos, las esmeraldas de su rosto, su voz, su perfume. Me gustaban todas y cada una de las palabras y miradas que me dedicaba, me gustaban nuestras conversaciones, aunque algunas no tuvieran mucho sentido. Me gustaba pensar que tal vez, si algún día yo desapareciera de su vida, me extrañaría, aunque fuera un poquito. También me gustaba pensar que él me había elegido a mí, la chica de ojos oscuros, sonrisa rota y consumida por la tristeza y la inseguridad. Me gustaba caminar a su lado sintiéndome segura, pero segura de mí misma. Me gustaba sentir sus labios. Me gustaba cuando su mano tocaba mi pelo. 
Ya no me gusta. 
Ya no me gusta, porque ya nada de eso volverá a repetirse, y daría tantas cosas por pasar uno de esos días a su lado, pero que esta vez fuera eterno, porque de amores efímeros rápido me he cansado.
Convertí en poesía todas y cada una de las veces que tus ojos verdes miraban a mis ojos marrones. Escribí una canción compuesta por todas las veces que me decías ''te quiero''. También escribí un libro en el que narro cómo se acercaban tus labios a los míos, a mi cuello o a cualquier parte de mi cuerpo. Una interminable lista de reproducción con todas las canciones que me recuerdan a ti. Un millón de sueños estúpidos en los que apareces tú.


Él no volvió, ni podía permitir que lo hiciera, y yo en desesperación intenté buscarlo en otro sin sentir nada equivocándome una vez más. Él me dio la vida que me faltaba, para luego robármela. Me reparó y me rompió. Me juró y me mintió. Me lo prometió y no volvió.
(...) Y recuerdo mi manía de llamarte mi vida, porque tú eras quien la sostenía, aunque ahora me arrepiento un poco, porque me he dado cuenta de que valías mucho más que este maldito desastre.

martes, 22 de septiembre de 2015

Nadie lee esto pero bueno, todo lo que escribo aquí son cosillas que he escrito (las que he puesto hoy las escribí hace un par de meses), así que solo es eso, escribir lo que he sentido en algún momento, o escribir directamente lo que estoy sintiendo en este momento, aunque eso casi nunca lo he hecho.
''Desde que no recibo tu mensaje de buenos días, ya nunca lo son''.
¿Recordarás nuestras fotografías o las tirarás a la basura?, ¿recordarás nuestro sitio especial?, ¿nuestro primer beso?, ¿nuestras promesas?, ¿me recordarás tanto como yo te recordaré a ti?
¿Pensarás en mí al pasar por aquí?, ¿pensarás en mí al tocar otra piel?
¿Echarás de menos mi risa, mi voz?, ¿o bajarás la mirada cuando sea mi cumpleaños? 
¿Extrañarás el roce de tu mano y la mía, o acariciar mi pelo?
¿Aguantarás las lágrimas cuando sea nuestro aniversario? 
¿Lo recordarás, la razón por la que decías que me amabas antes?
No quiero volver a hacerlo. No volver a ver el sol donde solo hay estrellas, no volver a intentar ver el mundo en un par de ojos. No quiero observar de nuevo cada detalle. Sin embargo, ¿cómo podré vivir toda mi vida sin una conversación profunda que absorba todo de mí?, ¿cómo podré mirar otro par de ojos y jamás volver a ver demonios, vida, galaxias, cielos, sueños e infiernos? Hace tan poco que he comenzado a vivir que, ¿cómo ser capaz de prescindir de todo eso? Me resulta imposible, inhumano, aburrido. Así que perderé el miedo, el miedo a sentir, a observar, a morir y revivir, porque ahora mismo, mi mayor sueño, es simplemente vivir. Pero vivir de verdad. No simplemente respirar, sino ser yo mi propio oxígeno y quién sabe, tal vez algún día pueda compartirlo con alguien más, compartir este misterio, este indescifrable acertijo al que llaman vida.